domingo, 31 de marzo de 2013

Llueve.


Llueve en todas partes.

En la mente de quién no siente.
Llueve.

En el cuerpo de quién no quiere.
Llueve.

En las venas de quién no sangra. 
Llueve.

En el alma de quién no recuerda.
Llueve.

Aprendí. En mi corazón hiela.
Hiela para que así, nunca llueva.



Eterno Viajero 

miércoles, 27 de marzo de 2013

Llorar porque sí

Saludos, lectores de la Ciudad Definitiva.
Supongo que esperabais leer nuevos versos de este eterno viajero que de un tiempo a esta parte, por suerte, se ha decidido a compartir con nosotros y nosotras esas palabras que florecen por las manos, que brotan de la entraña, que le corren por las venas.

Iré aportando conforme me vaya desquitando la vergüenza a desnudarnos que a muchos nos atenaza. Estaré encantado de que compartáis en los comentarios vuestras impresiones sobre los versos que aquí se dejen.

Besos, y espero lo disfruten.
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La mujer que lloraba sin razones,
que lloraba sin motivos,
me da de nuevo lecciones
de saber sentirse vivos.

Sus lágrimas no eran de tristeza,
ni de rabia, ni de alegría,
ni de emoción; ni ella sabía,
lloraba por el hecho de llorar,
puedo decir que lloraba por necesidad.

Hermosa manía, quien perdiera
el control sobre el corazón,
quien pudiera olvidar
que desaprendió a llorar,
quien pudiera desahogarse de nada
depurarse tras la jornada,
llorar por placer, reír al revés,
saber que se siente,
sin saber bien el qué.

lunes, 25 de marzo de 2013

Pasos para dormir.

Duermo si miro un lado de la cama. 
Lado en el que solías acostarte.

Duermo si desuso uno de mis brazos. 
Brazo en el que solías apoyarte.

Duermo si vacío mi pecho.
Pecho en el que solías consolarte.

Duermo si desangro mi corazón. 
Corazón en el que solías protegerte.

Al fin duermo. Y cuando duermo, sueño.
Sueño que nuestra vida no tiene dueño.



Eterno Viajero

martes, 19 de marzo de 2013

A ti que eres joven.



Para Mateo, Jara y Germán.
Para tres soles en estas turbias noches.
Para tres jóvenes, que convertirán su (y nuestra) realidad.



A ti que eres joven,
te dejo mi legado de barro,
te escribo en lo que he errado.



A ti que eres joven,
te diré que tus pasiones
te llevarán a mis errores
Tus mayores ilusiones
serán los lobos más feroces.
Soñarás con dragones,
que te apellidarán decepciones.
Y en tus eternos albores,
dormirás entre cartones.
Pero busca en ti Revoluciones,
y nunca las abandones.


A ti que eres joven,
te escribo en mi poemario ajado,
te dejo en lo que he fallado.



Eterno Viajero

viernes, 15 de marzo de 2013

Eterno incomprendido.

Estos versos no son míos. Estos versos son un de un eterno amigo, que tuvo la molestia de ponerse en mi piel y escribir algo. Dio en el clavo, así que no podía negarme a compartirlo con mis lector@s:  


''Eras un eco perdido
aullando en el horizonte,
una risa que ya nadie oye
algo lejano y vacío.

Nunca amaste mis pasiones,
ni mi vida y mi razón.
Que mi alma es Revolución
hasta en sus más hondos lugares.

Y cuando nada me ilumina,
siento fríos mis huesos
y lloro en tinta los versos
que sólo la noche inspira.

Ahora sé que he caído,
que tú eras la musa sin nombre
la que ha hecho niño al hombre
quizá sin haberlo querido.

Seré viajero en mi cabeza,
un eterno incomprendido.
''



miércoles, 13 de marzo de 2013

Canción de cada día: olvidar es utopía

Me despierto entre los fantasmas,
que un día te trajeron a mi cama.
Repaso otra vez tu carta,
la de susurros de madrugada,
la de aquella mañana
cuando abusaste de mi alma.
Y un sudor hiela mi cara,
recordando que ya no amas.

Me levanto rodeado de la cerveza
que anoche ahogaba esta certeza:
tú ocupas mi cabeza.
Hoy sólo hay jaquecas,
y alcohol en mis venas.
Ni rastro de tus piernas,
sólo veo penas,
sólo ganas de que vuelvas.

Acabará otro día
sin regalarme una alegría.
Volveré a mi cama, vacía
sin ti,  otra historia fría.
Y tus besos en mi me-moría,
que -por si acaso-
no he borrado todavía,
demuestran que olvidar es utopía.



Eterno Viajero

jueves, 7 de marzo de 2013

Tiempo: el alcohol de las heridas.

El principio del fin,
el final del inicio.
El resbalón al precipicio,
o la alegría del desquicio.

El viaje de un tren sin pasajero,
el timón de ningún velero.
Pensamientos destilados,
y amargores endulzados.

Susurros del pasado
en un futuro cercano.
Mares del ayer,
o ríos de un mañana.

Ilusiones perdidas,
quimeras hundidas.
Penas embriagadas,
y pasiones heladas

Todo lo arrastra el viento,
todo lo cura el tiempo.



Eterno Viajero