A lo mejor Disney escribió con
el tintero lo que después borró el fuego de sus princesas. Y es que…
Cenicienta se apuntó a una organización feminista. El Baile Real le pareció una real
fiesta machista.
Ariel recuperó la voz y se fue al mar, su lugar. ‘’No dejo mi vida más por un hombre’’, se puso a gritar.
El Príncipe minó la paciencia de
Blancanieves que volvió a la mina con los enanitos.
La Bella Durmiente eligió dormir, pidió
que ningún hombre la despertase: ‘’que
quería descansar, coño’’.
Bella se marchó del castillo. A ella le gustaba Bestia cuando tenía pelo, no
convertido en un hombre de anuncios de maquinillas de afeitar.
Rapunzel se rapó al cero. Pasaba de
arrastrar su pelo por otro ''machote''.
Y es que… ese fuego les hizo recuperar la dignidad que Disney no les dió.
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