lunes, 20 de abril de 2015

El mañana efímero

(Gracias a la pedazo de heroína que es mi madre)

No es mi España la de banqueros y toreros.
No es mi España la de mesas de caoba y suelos de mármol.
No es mi España la del boom inmobiliario y la del asesinato hipotecario.
No es mi España la de charanga y pandereta.
Ni mi España es devota de Frascuelo y de María.

Mi España vive en la calle con 3 migas de pan en el bolsillo y suda oro cada día.
Mi España tiene marcas en las manos,
                        heridas en el rostro,
                        lágrimas que cantan en el alma
                        y una mancha de carmín en la mejilla.
Mi España habla de manera diferente,
                folla con quien quiere
                 y su piel brilla de distintas formas.
A mi España le duelen los riñones,
                   le huelen las manos a lejía
                   y se le ha acabado el miedo.

Porque pese todo,
mi España camina con Dignidad
marchando con sonrisas
en otra dirección.




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