Abnegadas
por la sinrazón,
orientadas por el corazón,
luchamos por la Revolución.
Que nos tema el mentiroso,
el pomposo y ostentoso.
Que nos tema el poderoso.
Porque la Revolución obrera,
la Revolución en nuestra tierra,
es Revolución verdadera.
Eterno Viajero
Tal Siete domingos rojos
ResponderEliminarcual ave fénix renace de sus cenizas…
agua y pan para todos,
dejar de lado enfrentamientos
dejar las armas enfermizas
decíamos ayer.
Mas ahora se ciernen cruzados pensamientos,
en nuestras manos debería estar el poder.