Esta noche, siguiendo a Darío,
descorcharé el champán
y me dejaré llevar
por el maldito cobijo de la poesía.
Así es que si en ese camino te encuentro,
recuérdalo: que sea para sumar-té
(y si el resultado da sesenta y ocho más uno, mejor,
más alimento en la mesa.
Amén.
Amén.
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