lunes, 9 de junio de 2014

Finales alentadores

''A la piel le va el azar, al alma algo más duro''.
[Rafa Pons]


Miguel recordaba su primera vez como si fuese la última. Seguía enamorado. Pero estaba casado. Había formado familia, con hijos. Como no iba a hacerlo. Que diría su abuela-y el vecindario-.

Ángela era una mujer preciosa: no hincaba la rodilla ante nadie, infatigable y luchadora. Era de esas mujeres que paran desahucios y derrumbaban fronteras. Aún así, a él le costaba mantener aquella situación (aunque fuese por su abuela). Seguía enamorado de aquel primer polvo. Imborrable. Sudor con sentido y consentido. A ella la había querido... pero nada era eterno.

Un día Miguel, dio el paso. Abofeteó al mundo y tiro el matrimonio por la ventana mientras bajaba las escaleras. Volvió con Alfredo para echar su segundo polvo en condiciones. 


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